MIEDO AL ABANDONO
Sentirse rechazado o ignorado puede desencadenar reacciones emocionales muy intensas en las personas que tienen miedo al abandono, hay quien necesita una figura de sostén que le permita contener su ansiedad y situarse con cierta seguridad en el mundo.
Sin embargo, al existir esta necesidad de la presencia de alguien puede encaminarnos a elegir personas que pudieran estar llenas de dolor y odio, que no podrán sostenernos, y que de manera inevitable nos harán conectarnos con ese sentimiento de soledad y desamparo.
Existen trastornos psicológicos en los que el miedo al abandono está presente de forma intensa y desproporcionada, como en el TRASTORNO DEPENDIENTE DE LA PERSONALIDAD Y EL TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD.
Existen diferentes detonadores emocionales que generan este miedo a ser abandonado, por ejemplo, cuando las personas no pueden incorporar el afecto, el amor y los cuidados de forma simbólica, es decir, no pueden replicar estas formas sanas en las que mamá y papá nos amaron.
También está relacionado con la sensación de indefensión, ya que aquellas experiencias en donde fuimos vulnerables e indefensos siguen presentes en cada decisión o experiencia que vivimos.
El apego que se fue construyendo al encontrar en alguien o en algo, esta protección o cuidado que tanto anhelamos y deseamos. Y que nos hizo creer, que sólo el otro podría cuidarnos.
Sentirse solo y abandono, es un sentimiento incapacitante, que nos puede llevar a dejar proyectos, metas o experiencias de vida, por temor a estar solo.
Que importante identificar que este miedo a ser abandonado, a no tener alguien que nos ayude, a alguien que nos apoye, puede ser sanado. Es decir, que podemos encontrar en la terapia psicológica un entendimiento, un encuentro con las emociones y una forma nueva de actuar, que nos permita vivir en plenitud y libertad.
Te invito a no juzgar y no etiquetar esta necesidad del otro, que puedes estar viviendo o que la observas en un ser querido. Muchas veces ignoramos que estamos enfermos y que aprendimos a ver la enfermedad como algo normal.
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