TRASTORNO EVITATIVO DE LA PERSONALIDAD

INFORMACIÓN GENERAL

El trastorno de la personalidad evasiva se caracteriza por un patrón predominante de hipersensibilidad e hiperreacción hacia estímulos externos, principalmente a aquellos que sugieran rechazo o humillación. Las personas con este trastorno suelen estar muy pendientes del estado de ánimo de terceros. Esto ocasiona ansiedad y pensamientos intrusivos que desencadenan reacciones “de protección” ante un posible sufrimiento.

Suelen mostrarse desconfiados, tener dificultades en su concentración y experimentar emociones displacenteras. Estas personas se refugian en el distanciamiento, sienten profunda soledad, por lo que el retraimiento e inhibición alteran su salud física y mental.

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DIAGNÓSTICO

Para efectuar el diagnóstico de este trastorno los especialistas se basan en los siguientes criterios:

Patrón dominante de inhibición, sentimientos de incompetencia e hipersensibilidad a la evaluación negativa, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en los diversos contextos, y que se manifiesta por cuatro o más de los hechos siguientes:

Evita las actividades laborales que implican un contacto interpersonal significativo.

Miedo a la crítica, la desaprobación o el rechazo.

Se muestra poco dispuesto a establecer relación con los demás a no ser que esté seguro de ser apreciado.

Se muestra retraído en las relaciones estrechas porque teme que lo avergüence o ridiculicen.

Le preocupa ser criticado y/ o rechazado en situaciones sociales.

Se muestra inhibido en nuevas situaciones interpersonales debido al sentimiento de falta de adaptación.

Se ve a sí mismo como socialmente inepto, con poco atractivo personal o inferior a los demás.

Se muestra extremadamente reacio a asumir riesgos personales o a implicarse en nuevas actividades porque pueden resultar embarazosas.

PREGUNTAS FRECUENTES

1. ¿Cuál es el tratamiento para una persona con un Trastorno de la Personalidad Evasiva?

El tratamiento psicológico se centra en disminuir la anticipación del dolor o sufrimiento, a incrementar la capacidad de disfrutar, a invertir el aislamiento social, a disminuir los comportamientos temerosos, a moderar la hipersensibilidad, a ajustar su autoimagen y a corregir los comportamientos interpersonales aversivos.

2. ¿Cómo perciben el mundo las personas con el Trastorno de la Personalidad Evasiva?

Estas personas tienen una percepción del mundo como humillante, frío y poco amistoso. Tienen una autoimagen muy devaluada y una profunda desconfianza hacia los demás, por lo cual el ambiente es una amenaza hostil para ellos. Aprenden a estar vigilantes contra el ridículo y desdén que esperan de las otras personas. Suelen estar extraordinariamente atentos y sensibles a los signos que indiquen censura o desagrado.

3. ¿Cuál es el estado de ánimo general de las personas con el Trastorno de la Personalidad Evasiva?

Las personas con este trastorno describen un estado general de aturdimiento, puesto que sienten mucha tensión, tristeza e ira. Se sienten angustiados y vacilan entre sus deseos de apego y su temor a las situaciones embarazosas y de rechazo.

4. ¿Con qué otros trastornos se puede confundir el Trastorno de la Personalidad Evasiva?

Por las características y similitudes, este trastorno puede confundirse con las fobias sociales, trastorno esquizoide, esquizotípico, dependientes y finalmente el trastorno Paranoide de la personalidad.

5. ¿A qué edad se pueden comenzar a presentar los primeros síntomas del Trastorno de la Personalidad Evasiva?

De manera general este Trastorno se comienza a observar en la adolescencia y la adultez temprana, sin embargo, los primeros síntomas pueden presentarse desde la etapa escolar (Primaria), aunque hay algunos casos en donde la patología comienza a observarse desde los 3 años.

6. ¿Cómo puedo identificar a una persona con el Trastorno de la personalidad Evasiva?

Son personas que suelen ser derrotistas e inflexibles, debido a que no pueden explorar soluciones o alternativas para resolver problemas debido a que el temor y la angustia los rebasan.
Suelen anular sus posibilidades de crecimiento y tender al aislamiento, por lo que se limita su mundo a sus pensamientos.

COMORBILIDAD

El Trastorno de la personalidad Evasiva puede covariar con los trastornos esquizoide, depresivo, dependiente y paranoide, también hay patrones que corresponden con la personalidad masoquista, y con los trastornos esquizotípico, límite y negativista. También puede covariar con los síndromes ansiosos, fóbicos, Obsesivo-Compulsivo, disociativos, depresivos y finalmente esquizofrénicos.

CASO CLÍNICO

Hombre de 19 años de edad, el cual refiere su madre como “un hijo muy particular”.

A los 8 meses de edad gritaba y lloraba ante cualquier otra persona que no fuese su madre, lo cual persiste hasta los 2 años. En su etapa escolar su padre lo comparaba seguido con sus hermanos, mayor y menor, lo que aumentaba su inseguridad, y a pesar de estar por encima de la media en cuanto a promedios, no era suficiente para satisfacer las expectativas de su padre. En el inicio de su adolescencia era socialmente retraído y temeroso, por lo que permanecía casi todo el día en casa. Actualmente acude a CADE debido a problemas para mantenerse en un trabajo estable, la dificultad para hacer amigos, además de tener una hipersensibilidad para detectar y agrandar incidentes triviales, especialmente los que tuvieran que ver con la humillación y el rechazo, debido a esto tuvo que ser despedido de su antiguo trabajo por no soportar una broma de su jefe respecto a su desempeño laboral.

NUESTRO MODELO DE TRATAMIENTO

CADE ofrece un tratamiento multidisciplinario, basado en la elaboración de un diagnóstico y un plan de intervención individual, acorde a las características y necesidades del paciente. Un trastorno psicológico y/psiquiátrico tiene generalmente un origen genético y/o biológico detonado por experiencias difíciles y/o traumáticas tempranas o actuales que conducen al individuo a enfermarse. Por lo tanto, la intervención clinica en estos trastornos implica necesariamente el trabajo multidisciplinario de psiquiatría, psicología, medicina, nutrición y terapias complementarias.
El tratamiento puede ser externo, interno o semi- interno.

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