El miedo es una respuesta natural en un organismo que enfrenta una amenaza. Mediante esta reacción se generan diversos procesos biológicos y psicológicos que permiten que el cuerpo actúe ante la situación, ya sea haciéndole frente o buscando protegerse del daño, a través de huir del peligro. En el trastorno de Estrés Postraumático sin necesidad de estar expuesto a una situación directa, la persona de forma súbita vuelve a sentir la emoción experimentada durante la situación de trauma.

Es un trastorno que dadas las condiciones actuales de violencia que prevalecen en el mundo, así como las catástrofes naturales a las que estamos expuestos, cada vez es más frecuente que se presente tras un terremoto, incendio, asalto o cualquier hecho violento, impactando de tal forma a la mente de una persona que esa reacción de miedo o de pánico que sintió inicialmente no se le borra y por el contrario la sigue reviviendo constantemente, incluso en sus sueños, acompañándose de intensa ansiedad, irritabilidad e insomnio, repercutiendo de forma muy importante en su funcionamiento cotidiano.

La EMTP tiene un papel importante en el control de síntomas de estrés postraumático principalmente para el 24% de la población que no ha respondido al tratamiento anterior. Estudios de neuroimagen han demostrado que la ansiedad es visible a través de la actividad elevada de las regiones frontal derecha, la estimulación magnética profunda ayuda a reducir la hiperexcitabilidad y nivelar los neurotransmisores asociados a las respuestas ante el estrés.