¿QUÉ HAY DETRÁS DEL SUICIDIO?

Una de las principales causas que pueden llevar a una persona al suicidio es la presencia de trastornos psicológicos como lo pueden ser la ansiedad y la depresión. Entre los factores asociados más comunes que se han identificado se encuentran:

• Sensación constante de soledad o desamparo.
• Conductas de riesgo como: el consumo de sustancias y relaciones tóxicas.
• Situaciones de estrés o presencia de traumas.
• Presencia de alguna enfermedad crónica o degenerativa.

RELACIÓN ENTRE LA DEPRESIÓN Y EL SUICIDIO
Posiblemente el padecimiento que más se relaciona al suicidio es la Depresión, pues en ésta existe una pérdida paulatina o súbita de la motivación, y la disminución de la capacidad de disfrutar. También es común que la persona tenga la sensación de perder energía para vivir, para realizar sus actividades cotidianas, convivir con quienes le rodean, y hasta para realizar actividades de aseo o salud personal. Esto suelen afectar las capacidades de adaptación al entorno y a las situaciones que se van presentando de forma cotidiana, y disminuye en gran medida la esperanza hacia el futuro. Incluso, cuando esta sensación se vuelve crónica, tiende a desencadenar una alteración cognitiva con respecto a la percepción de la persona misma, su entorno y con respecto al porvenir.

La pérdida del sentido o del rumbo de vida suele traer consigo la búsqueda por terminar con esa sensación de vacío tan profunda, y en algunos casos esta búsqueda desemboca en ideas de muerte.

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD Y SUICIDIO
Los Trastornos de Personalidad suelen estar relacionados a tendencias suicidas. Lamentablemente, la mayoría de las personas que padecen un trastorno de la personalidad no están conscientes de su condición, lo cual cambia muchísimo su autopercepción, pues suelen adjudicarse las actitudes que el trastorno provoca a su propia identidad. Usualmente la persona que presenta riesgo suicida se encuentra enfocada en esos aspectos negativos y en la aparente imposibilidad de cambiarlos, además es común tener dificultad para expresar o reconocer las emociones en este tipo de pacientes.

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD Y SUICIDIO

• Escuchando a la persona.
• No realizar juicios de valor ni comparaciones.
• Brindar apoyo y comprensión.
• Buscar la ayuda de las redes de apoyo de la persona.
• Buscar la atención de un profesional de la Salud Mental para que pueda dirigir el tratamiento.

No olvides que es importante conocer el origen de este padecimiento, para ello CADE cuenta con el servicio de VALORACIÓN PSICOLÓGICA, además podemos bridarte la atención psicológica y psiquiátrica que tu ser querido podría necesitar.