¿Has escuchado hablar del trastorno dismórfico corporal?

Es muy común expresarnos con respecto a alguna parte de su cuerpo que no nos agrada tanto, todos en algún momento nos hemos quejado de algo que queremos mejorar o cambiar con respecto a nuestro físico. Pero más allá de esta preocupación normal, existe una patología que puede llevar a fuertes estados ansiosos y depresivos en el individuo, se trata de: El Trastorno Dismórfico Corporal.

¿Qué es el trastorno dismórfico corporal?
Es una afección que consiste en una preocupación excesiva por algún defecto percibido en las características físicas, es decir, la persona puede observar defectos o imperfecciones y mostrarse sumamente angustiado; aun cuando no son observables para otras personas. Además, las personas afectadas por este trastorno pueden llegar a evitar situaciones sociales debido a la vergüenza que sienten por sus defectos físicos. Pueden llegar a un punto grave en el que manifiesten conductas autodestructivas o se sometan a procedimientos quirúrgicos arriesgados, poniendo en riesgo su integridad.

Podemos llegar a pensar que este padecimiento es algo exagerado, pero si analizamos el contexto social donde constantemente la imagen es sinónimo de felicidad, éxito o amor. Es común encontrar este tipo de trastornos, imaginemos algún miedo personal o alguna situación que nos genera desagrado y las múltiples sensaciones que lo acompañan, las personas con Trastorno Dismórfico Corporal viven estos mismos miedos con respecto a su imagen en un nivel elevadísimo, ocasionando que todos los días tengan que lidiar con un malestar invasivo, que influye en su autoestima y rendimiento en sus actividades cotidianas.

La persona con TDC, puede llegar a sentir atrapados en sus obsesiones y puede tener síntomas como: verse repetidamente en el espejo, o reconfirman varias veces el estado de su apariencia, con frecuencia pueden estar ansiosos al encontrarse con multitudes, pueden llegar a tocar o jalarse bruscamente su cara o cabello.

Tratamiento
Como familiares o amigos, no debemos olvidar que se trata de un trastorno psiquiátrico grave, es importante no estigmatizar o pensar que la persona está exagerando o simplemente es muy vanidosa.

Es muy importante apoyar a un paciente con TDC, ayudándolo a reconocer su angustia, tratar de entender el temor al rechazo u humillación pública, se puede hacer un primer acercamiento enfatizando que el problema no es una condición ocasionada por el propio paciente, si no un padecimiento reconocido y que puede ser tratado por profesionales.

Recuerde que la atención profesional multidisciplinaria, es vital para la recuperación de estos pacientes. El tratamiento ira encaminado a regular los niveles de ansiedad del paciente, comprender su padecimiento, utilizar técnicas que ayuden a no focalizar la atención en los defectos así como trabajar su autoconcepto.