¿Cómo se vive la depresión en la vida cotidiana?

Cuando hablamos de depresión, en la mayoría de los casos queremos abordar aspectos psicológicos y psiquiátricos previamente establecidos en criterios diagnósticos o manuales de medicina. Pero entender las diferentes manifestaciones de la depresión, implica conocer a profundidad a los pacientes que llegan a solicitar ayuda y tomar en cuenta el contexto social de cada uno de ellos. Uno de los síntomas más identificables en la depresión es la tristeza, la mayoría de las veces asociamos la tristeza como un sentimiento negativo. Sin embargo la tristeza es un sentimiento normal, nos permite tener un espacio de recogimiento para reflexionar, para generar empatía hacia otros y a través de este poder entender nuestras pérdidas, lograr una mejor adaptación y favorecer procesos de aceptación para resolver situaciones. Cuando se habla de tristeza patológica, se expresa como una tristeza que inunda todo el cuerpo y que afecta todos los sistemas del cuerpo, los sentimientos, la cognición. Este tipo de tristeza, se encuentra en un nivel donde el estado de ánimo, el nivel de energía, de comunicación y de alteración en los ritmos biológicos se encuentra afectado. Aunque la tristeza persistente es el síntoma más común hay otras señales importantes. La persona puede expresar que se siente floja o incapaz, y tener una marcada falta de interés por las cosas que antes le entusiasmaban. Expresa un estado de ánimo aplanado, a pesar de tener diversos estímulos; no responde. Parece que se han acostumbrado a vivir de esa forma.

Presentan reacciones que van desde la descalificación verbal hasta conductas hostiles, pues las personas deprimidas, ante el miedo a ser lastimadas, se tornan defensivas y pueden ser hirientes en sus comentarios o acciones. Expresiones como: “me da mucho coraje ver como las personas pueden ser felices y yo no”, hablan de una fuerte depresión donde la persona está incapacitada y se siente sin recursos para satisfacer sus necesidades. Ante la insatisfacción brotan reacciones de ira.

Hay muchas personas que ante la tristeza o apatía, reaccionan con hiperactividad, todo el tiempo se encuentran haciendo algo, distraídos de sus propios sentimientos. Personas que viven en función de lo que deben de hacer, esta es una de las señales más difíciles de identificar, pues son personas con sus roles y funciones a la perfección, van a trabajar, estudian, realizan diversas actividades de forma exitosa, pero al cuestionarles, ¿qué los hace felices?, expresan sólo sentirse bien cuando cumplen, son funcionales desde el sentido de la responsabilidad, pero no disfrutan fuera de esto. La persona aprende a invalidar sus sentimientos pero al cumplir con las obligaciones, no viive, no disfruta, pero es funcional a través del cumplimiento del deber.

Por último, si retomamos la raíz etimológica de la palabra depresión, esto significa hundimiento o abatimiento, pero, ¿qué es lo que se hunde en el individuo?, lo que se abate es la energía vital, aquella energía que nos permite movernos, pensar, estar aquí”.